¿Cómo se ha desarrollados este proceso de consulta a vecinos y vecinas?

Hasta ahora, hemos visto cómo los Talleres Comunales se ha instalado como espacios de conversación sobre las expectativas de desarrollo, con mirada específicas de los territorios y otras de carácter transversal en la región. Esto ha contribuido a contar con un marco para la actualización de la Estrategia Regional de Desarrollo (ERD), aportando una mirada amplia sobre los desafíos de la región. Con esto, avanzaremos en identificar las principales controversias y cómo abordarlas, para luego entregar lineamientos para la nueva estrategia regional.

¿Cuáles han sido, hasta ahora, las principales controversias?

Emergen como dos aspectos. Una relacionada a la falta de cobertura de servicios públicos básicos en Vivienda, Educación, Salud y Conectividad, entre otros, ofrecidos por el Estado o por el sector privado, que se perciben como insuficientes y se presentan como una demanda transversal en la región.

Otras controversias relevantes son carácter “épocal”, asociadas a fenómenos recientes. La más constante, es la sequía. Otra, relevante en los sectores rurales, es la falta de proyectos para la juventud y cómo esto impacta en el mundo rural. También está la precarización del trabajo, los procesos migratorios y la necesidad de acceder a un trabajo decente y a prestaciones sociales del Estado. Así como ocurre en el país, también sobresalen la seguridad pública y el narcotráfico.

¿Se observa una situación compleja a partir de estas controversias

Preliminarmente, lo más complejo es se percibe una bajísima confianza en las instituciones para avanzar en su resolución. Por eso, llamó la atención en los talleres comunales se percibiera un especial interés de las y los participantes en identificar estas controversias para que sean socialmente procesadas y reconocidas como tal.

En ese ámbito, la propuesta metodológica de actualización de la ERD ha sido útil para avanzar en ese camino. Es decir, no en reducir la intensidad de las controversias, sino en definir, junto a las y los participantes, los parámetros de las conversaciones y las especificidades detectadas por los actores del territorio. Esto, en el entendido de que no siempre se van a constituir consensos, pero sí se promueve una instancia que ha permitido, a lo menos, pensar en una mirada común

¿Esto generará un debate que la región no ha sostenido antes?

Nosotros nos hemos propuesto comprender, de la mejor manera posible, cuáles son las percepciones y visones sobre el desarrollo regional, así como sus aspectos más controvertidos. Muchas de estas controversias estaban desde antes que comenzara este proceso. No es nuestro objetivo “mejorar” o “empeorar” esa visión de la realidad que poseen los habitantes de la región. Por eso, muchos de estos debates son parte de las conversaciones que las comunidades han sostenido por mucho tiempo.

Lo novedoso de este proceso es cómo estas controversias puedan ser consideradas en la elaboración de los instrumentos de planificación. Considerarlas como un insumo para un mejor direccionamiento de las decisiones de política pública, permitirán alcanzar estándares de desarrollo reclamados hoy por las personas.